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El Internet of Things (IoT) o Internet
de las Cosas, es una nueva tendencia tecnológica de
alto impacto en diferentes áreas del ámbito empresarial y social. Podría concebirse como
una red dinámica global con capacidad de autoconfigurarse basándose en protocolos de
comunicación interoperables y estándar donde las cosas físicas y virtuales tienen
identidades, atributos físicos y personalidades virtuales, usan interfaces inteligentes y están
integradas de forma transparente en la red de información. Son los smart things/objects.
Los objetos/cosas inteligentes (smart things/objects) se espera que jueguen un papel activo
en los procesos de negocios, de información y sociales donde habilitan la interacción y
comunicación entre ellos y con el entorno mediante el intercambio de información
procedente de sus sensores. Mientras, estos elementos reaccionan autónomamente a
eventos del mundo físico/real e intenta influenciarlo mediante procesos que disparan
acciones y crean servicios con/sin intervención humana
Es pues también objetivo de IoT el crear servicios que interaccionen entre ellos y con los
objetos/cosas inteligentes al mismo tiempo que se coordina todo con la acción humana. No
es una interacción pasiva donde las personas deciden. Los objetos también pueden influir
en la acción humana en un sentido positivo. Esta interacción en la que el objeto decide y se
adapta puede decidirse localmente o en la nube. La ubicación de esta inteligencia importa
en este esquema porque la inteligencia en la nube implica una mayor pérdida de privacidad
por parte del usuario, algo que no en todos los dominios es admisible.
Servicios y smart/objects se combinan para transformar nuestro entorno. Todo está a punto
de cambiar y será necesaria una nueva actitud ante lo que nos rodea y adaptarnos como
sociedad.
Libelium resume muy bien el alcance del cambio. Afecta a todas las áreas concebibles y esto es
sólo el comienzo.
Generalizando, el IoT cubre muchas áreas que van desde componentes, comunicaciones,
hasta procesamiento a gran escala y aprendizaje profundo. El software es un factor
discriminante para IoT. Los sistemas operativos IoT están diseñados para trabajar en
componentes de pequeña escala en forma más eficaz posible, mientras que proveen funcionalidad
que soporta IoT a gran escala en sus propósitos.
Por otro lado, el IoT también
abarca infraestructura de computación en la nube o en la intranet que también debe ser
organizada y configurada adecuadamente. No se puede dejar de lado la necesidad de
integrar sistemas existentes en este enfoque. No es tanto de si lo que hay es o no IoT, sino
de buscar formas en que IoT puede mejorar o resolver cuestiones que los sistemas ya
existentes no pueden. Por ello, la integración con sistemas existentes debe ser también un
aspecto a considerar.
Y todo ello debe de hacerse bajo la cobertura de principios de comunicaciones seguras y
también una construcción robusta y fiable de los propios sistemas. Su capacidad de
integración en la vida cotidiana hace que sean especialmente sensibles ante intentos de
invasión de la privacidad y/o de poner en riesgo la integridad de sus usuarios. Por ello, no
puede plantearse una solución IoT sin tener en cuenta cómo garantizar la seguridad en
varios niveles y también cómo garantizar la salvaguarda de la privacidad de los usuarios.
IoT es una realidad con una proyección clara de futuro en ámbitos sociales y humanos, e
innumerables casos prácticos de uso, algunos de los cuales (los más representativos) serán
tratados a lo largo de este máster.
En esta escuela de verano te daremos conocimientos básicos para que conozcas estas nuevas
tecnologías y puedas dar los primeros pasos hacia una mayor especialización.
Facultad de Informática.
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